lunes, 17 de julio de 2017

Baby Driver (2017) Critica y opinión


Año: 2017
Titulo: Baby Driver
Dirección: Edgar Wright
Producción: Big Talk Productions/Media Rights Capital/Tristar Productions/Working Title Films.
Guion: Edgar Wright
Fotografía: Bill Pope
Música: Steven Price
Reparto:  Ansel Elhort/Lily James/Jamie Foxx/Jon Hamm/Kevin Spacey/Eiza Gonzalez/Jon Bernthal/Ben Vandermey/Thurman Sewell/Allison King/Lance Palmer/Keith Hudson/Patrick R. Walker/Hudson Meek/Troy Faruk
Genero: Acción/Comedia
Duración: 115 Min.

De la mano de Edgar Wright, autor de cintas como Zombies Party (2004), Hot Fuzz (2007) o Scott Pilgrim vs the World (2010), nos llega Baby Driver, una divertida película de entretenimiento que combina hábilmente la acción con tintes de comedia, hilados mediante un montaje al ritmo de un soundtrack cautivador.

Baby es un joven y talentoso conductor especializado en fugas, depende del ritmo de su soundtrack personal para ser el mejor en lo suyo. Cuando conoce a la chica de sus sueños, Baby ve una oportunidad de abandonar su vida criminal y realizar una huida limpia. Pero después de ser forzado a trabajar para un jefe de una banda criminal, deberá dar la cara cuando un golpe malogrado amenaza su vida, su amor y su libertad.


Lo primero que llama la atención de Baby Driver son tres cosas: la música, el montaje y su protagonista. Comenzando con la primera de ellas, la elección de su soundtrack servirá como base sobre la que se sostenga la trama y le aporte el fondo que definirá cada escena. Es curioso cómo aquí, a diferencia del resto de largometrajes, sea la propia música la que ambiente cada secuencia y no la fotografía, realizando un destacable giro de tuerca en este aspecto. Evidentemente la dirección tiene mucho peso, pero conviene comenzar señalando esto. Volviendo al tema, Wright ha dotado a su particular lista de reproducción de auténticas joyas como Bellbotoms de The Jon Spencer Blues Explosion, Harlem Shuffle de Earl y Bob -que además tiene comienzo con un irreconocible sonido de la mítica Jump Around de House Of Pain-, Smokey Joe´s La La de Googie Rene o la propia Baby Driver de Simon & Garfunkel, entre muchas otras, lo que le aporta una auténtica diversidad de géneros musicales y estilos. Edgar Wright siempre ha sido un auténtico amante de la música -¿Recuerdan la escena de Zombies Party, su Ópera Prima, al son de Don´t Stop Me Now? Por cierto Queen también hace acto de presencia- y ha llevado ese gran gusto a su filmografía.


Ahora, centrándonos en la segunda cosa que llama la atención, el montaje que es una auténtica maravilla. Desde el principio esta mezcla de música + montaje nos deja con la boca abierta ante la pantalla y toma como apertura una persecución policíaca con una combinación de frenetismo, música y montaje muy bien cuidada que nos atrapa desde los primeros minutos.

Por último, en todo buen cocktail debe haber un elemento sorpresa (pero a la vez fundamental) que nos haga diferenciar entre algo bueno y, por lo menos, algo no tan bueno; y eso es el protagonista: Baby. Ya desde su primer plano despierta cierto interés en el espectador, pues sus lentes obscuros y sus inseparables Ipods -no imagino la cantidad de dinero que habrán soltado a los de Apple- nos harán preguntarnos el por qué de ello. Normalmente no se da una explicación lógica para algo así, pero la mano como guionista de Wright han querido que todo tenga un porqué en esta historia y tendremos la explicación razonable. En otras películas ese halo de misterio hubiera creado un personaje más atrayente, pero ante la propuesta considero que darle un trasfondo es un acierto.



Para finalizar, quisiera hacer notar las actuaciones y el guion, que presenta aspectos interesantes. Por un lado: Jamie Foxx (Django) se lleva la mayoría de gags divertidos de la película con un personaje que despierta simpatía y cierto odio. Wright nos ha demostrado que además de tener un buen oído musical posee un gran sentido del humor y Baby Driver nos sacará una carcajada en más de una ocasión. Sin embargo, es la trama lo que posee el peso más liviano del filme, pues contiene ciertos clichés del género (amor juvenil, deseo de huir de la vida que lo oprime, malos muy malos sin humanidad) sumados a una estructura que no pretende ser ninguna revolución, sino todo lo contrario. No obstante, posee ciertos aspectos interesantes que la hacen ser superior a la media del cine comercial.

En definitiva, Baby Driver es toda una bomba de entretenimiento que combina excelente música + montaje + personajes para brindarnos casi dos horas frenéticas y divertidas. Recomendable.


by Hannibal chao

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